El punto.

miércoles, 16 de junio de 2010
No me gusto la forma en que me despedí. Atoradas en mi garganta bailan incansables palabras, aun así preparadas para dar el salto hacia el afuera parecen sofocarse de tanta danza incontrolada. Y es que su sudor es el veneno que corrio cuesta abajo, por los caminos que se comunican  con el motor rojo fuego que subyace en mi pecho.
Mis ojos se cierran, y adentro no hay nada, apenas un dejo de tristeza que quedó de tiempos peores. Maldita hormiga determinadora de finales, quisiera colocarte donde nunca te corras del lugar que se te fue asignado.

1 comentarios:

Pato dijo...

No sabía que escribías y por eso no sabía que me gustaba =)

Publicar un comentario